Fecha de publicación: 18/10/08
Las últimas concentraciones rojas rojitas frente a PDVSA, en La Campiña, deben haber provocado una emoción muy especial en quienes estuvieron allí. Qué gusto ver al pueblo defendiendo las instalaciones de la empresa que por tanto tiempo les tenía renegados. Aquella mal llamada meritocracia, que olía a intereses inhumanos, ya se fue. Ahora, y definitivamente, hay una nueva PDVSA que cada vez más huele a Venezuela. Leer Más. …
La grandeza de Fidel y la arrogancia del que conté http://www.aporrea.org/tiburon/a65810.html
LOS INTELECTUALES, LA POLÍTICA Y EL PODER
CARLOS BARRETO CABALLERO