Usando las mismas categorías de análisis que se han utilizado en el pasado para ver la propagación de la crisis cambiaria mexicana, o argentina o la de la bolsa y cambiaria tailandesa de 1997 ahora se puede bautizar al efecto de contagio que emerge de la crisis de bolsa estadounidense como el efecto jazz. Este fue el nombre que le puso la jefa de Estado argentina, Cristina de Kirchner, en Nueva York la semana antepasada. A diferencia de las crisis anteriormente nombradas, la estadounidense es, según la prensa de ese país, una crisis global. No lo es. Es una crisis estadounidense que tiene un contagio a instituciones que compraron derivados créditos que aseguran contra el impago de hipotecas. Eso ha generado un problema de quiebras de bancos de inversión que llevará eventualmente a la eliminación de dichos instrumentos del mercado, como ya han sido eliminados del mercado los bancos de inversión como categoría. Leer Más. …
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