Así como el camaleón cambia de color para camuflarse con su entorno, el discurso del desarrollo cambia de léxico para adaptarse a las nuevas coyunturas sociales y ecológicas.
Y de igual modo, ambos conservan su esencia. No importa de qué color sea el camaleón, su identidad no cambia: sigue siendo un camaleón. No importa cuántos cambios de discurso del desarrollo se hagan, el hegemónico se reconstituye constantemente, incluso ante las críticas más profundas, sin haber afectado sus cimientos. Leer Más. …
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