El último cuarto de siglo se ha mostrado particularmente duro con las potencias de la clase obrera para transformar la sociedad. Allí donde la clase obrera había expropiado a los expropiadores, el poder adquirido pareció haberse vuelto contra ella misma. Terminó escapándosele entre los dedos, para ser nuevamente explotada como fuente extremadamente barata de fuerza de trabajo. No le fue mejor en el resto del mundo. Derrota tras derrota, ha visto degradarse las condiciones de trabajo conquistadas tras duras luchas. Sus propios partidos políticos han competido con los neoliberales en ver quien era el campeón en hacerla retroceder. Leer Más. …
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